Subsecretario de Desarrollo Regional: "Estoy seguro de que los senadores estarán a la altura en la votación sobre intendentes"

Un día clave para el proceso descentralizador, iniciado por el actual gobierno, se vivirá este miércoles, cuando cada uno de los 38 senadores se pronuncie a favor o en contra de la reforma constitucional que permitiría por primera vez en Chile la elección popular de los intendentes (en el futuro, “gobernadores regionales”).

La iniciativa, ingresada en enero de 2015, ha sido liderada desde el gobierno por el subsecretario de Desarrollo Regional, Ricardo Cifuentes, quien reconoce lo arduo de este camino a favor de las regiones. Frente a diversas discusiones que ha tenido que sortear, la iniciativa ya está en su recta final, tras aprobarse por tres votos a favor y dos abstenciones en la Comisión de Gobierno Interior del Senado. La votación del pleno de los senadores este miércoles 2 de octubre zanjará la viabilidad de esta elección, momento clave para que la reforma alcance a promulgarse este año, y con ello se posibilite, en la práctica, la elección de intendentes en noviembre de 2017.

¿Por qué es tan complicado el avance de una reforma que parece ser tan demandada desde regiones?

Sin duda, ha sido complejo, pero también apasionante. Lo que pasa es que cuando se trata de reformas tan estructurales, como esta, implica también un cambio cultural y, por lo tanto, un desafío mayor, que genera una discusión muy profunda. Esta reforma es un proceso, no un hito. Se trata de varias leyes y, probablemente, de otras en el futuro. Eso hace que el proceso sea más complejo y lento.

¿Hay alguna autocrítica del gobierno en esta demora?

Podríamos haber ido más rápido y apretado un poco antes, es verdad, pero también es cierto que cuando uno apura mucho, el resultado no es tan bueno. Si el miércoles nos va bien, como yo creo que nos va a ir, todo el proceso valdrá la pena.

¿Por qué es tan urgente que los senadores aprueben esta reforma para la elección de intendentes?

Lo que hemos dicho es que se nos acabó el tiempo. Si queremos elecciones en noviembre de 2017, primero tenemos que aprobarla ahora ya, porque luego necesitamos aprobar la ley orgánica para regular esa elección. Y ahí tenemos plazos muy acotados, ya que en abril de 2017 tendrían que presentarse los candidatos, por los plazos legales que establece el servicio electoral. Entonces, si no se aprueba la reforma constitucional ahora, no vamos a tener tiempo de aprobar las otras leyes orgánicas y no vamos a tener elecciones en 2017.

¿Eso se consideraría una derrota?

Creo que eso no va a ocurrir, pero si ocurriera, claramente sería una derrota para los que impulsamos el gobierno hasta ahora. Pero creemos que la vamos a sacar. Soy un convencido de que la próxima semana vamos a tener una gran noticia en el Senado. Lo que es claro es que la preocupación por la descentralización en Chile está instalada de una manera que es imposible volver atrás. Ya está presente con mucha fuerza en el debate parlamentario y presidencial.

Ricardo Lagos se ha mostrado crítico del proceso, como senadores del PPD e incluso ex ministros de Bachelet, como Belisario Velasco.

En primer lugar, me alegro de que este tema de la descentralización esté en el debate de la política relevante de futuro, independiente de las posiciones de cada uno. El que estemos debatiéndolo es un logro de estos dos años y medio, y de la Presidenta que lo ha impulsado. Y si bien hay posiciones distintas, no he escuchado a nadie que esté en contra de la descentralización. Pero las críticas y las diferencias de opinión nunca se terminan, porque siempre hay una discusión nacional respecto de cuál es la mejor forma de administrar el territorio. Pero eso no puede ser un impedimento para avanzar y terminar este proceso democratizador.

¿Qué estrategia han diseñado si no se logra el quórum necesario este miércoles?

No pensamos en ese escenario, no tiene sentido trabajar para un escenario donde uno pierde. Lo que sí puedo decir es que sería una gran decepción para la gente, y estoy seguro de que las y los senadores van a estar a la altura en la votación sobre intendentes. Porque aquí hay una tremenda oportunidad para Chile, para sus regiones, de avanzar. No es la solución, no es el paraíso ni la panacea, pero es un instrumento que nos va permitir crecer mucho.

¿Cree que aún pueden cambiar de posición los senadores que han puesto reparos a la iniciativa?

Algunos se han expresado públicamente, otros menos, pero lo definitivo es la votación en el Senado. Ahí vamos a saber qué opina cada uno. Mientras tanto, seguimos conversando con la mayor cantidad de ellos, viendo cuáles son sus observaciones y si las podemos acoger, todo es perfectible. El proceso legislativo es esencialmente un proceso de discusión y de retroalimentación. Por eso, creo que puede aprobarse con una gran votación y muy transversal.

Algunos senadores tendrían reparos en torno al traspaso de competencias al gobernador electo.

No es cierto lo que dicen algunos. Por ejemplo, el senador (Felipe) Harboe señala que votará en contra porque no se ha discutido el traspaso de competencia. Creo que él está equivocado, porque el proyecto de transferencia de competencias ya se aprobó en la Cámara y está en tercer trámite en el Senado, en la misma comisión donde se está viendo lo de intendentes. No es que no se conozca el proyecto, ya está aprobado y avanzado, y estamos dispuestos, incluso, a seguir discutiéndolo.

¿Es posible elegir intendentes sin el proyecto de traspaso de competencias pendiente?

Como la ley orgánica de transferencia de competencia la necesitamos vigente en marzo de 2018, cuando asuman los nuevos gobernadores, tenemos un poco más de tiempo. Es impensable haber elegido a los gobernadores y no tener el proyecto de transferencia de competencia, para lo cual aplicaremos todas las urgencias que sean necesarias. Hay un calendario que tiene una lógica: aprobar la elección de intendentes; en paralelo, aprobar el de transferencias de competencia, y luego el de financiamiento, los que estarían listos cuando asuma el intendente electo en marzo de 2018. Por eso, la decisión política de elegir el intendente es la prioridad para desencadenar todo.