
El nuevo diseño que tendrá Chile tras la primera elección popular de intendentes en 2017
Si hoy cada región cuenta con un Intendente designado por el presidente de turno, en el futuro esta figura será reemplazada por un gobernador regional, que mas allá de un cambio de nombre, será elegido por primera vez en la historia por los propios habitantes de cada región, a partir de noviembre de 2017. El gobierno, los parlamentarios, y la propia Presidenta Michelle Bachelet empeñaron su palabra de que junto a la papeleta para elegir al nuevo Presidente, cada ciudadano votará por el futuro gobernador regional.
Luego de meses de espera y de un largo debate, por votación unánime, esta nueva figura que reemplaza a los intendentes quedó en la Comisión de Gobierno Interior del Senado. Esta instancia analizó el proyecto de ley del Ejecutivo -introducido en enero de 2015- que reforma la Constitución y permite la elección popular de la máxima autoridad regional. La iniciativa es considerada una de las principales reformas desde la aprobación del voto femenino en 1949. “En la historia de Chile nunca ha habido un representante ciudadano elegido directamente a nivel nacional, salvo en la comuna. Lo que va haber aquí es un cambio muy profundo en los próximos años, donde la primera autoridad va tener que mirar más hacia sus ciudadanos que hacia Santiago. Va ser responsable directamente frente a ellos”, señalío Ricardo Cifuentes, subsecretario de Desarrollo Social del Ministerio del Interior.
Según el proyecto que salió de la comisión, como contrapeso al poder del gobernador regional seguirán existiendo los actuales gobernadores provinciales, pero ahora como “delegados provinciales presidenciales”. Estas autoridades seguirán siendo designadas por el Presidente, y mantendrán las funciones de gobierno interior actuales, como el orden público, extranjería y el resguardo de fronteras, además de coordinar los servicios públicos no descentralizados. “El nuevo gobernador tegional tendrá facultades para aplicar las políticas desde el nivel comunal hacia el regional y nacional. Hoy en día se hace al revés, se aplican políticas nacionales que no sirven en los niveles locales, con un alto despilfarro de recurso. Por tanto, es un gran proyecto también para los alcaldes”, puntualizó el senador Alberto Espina (RN), presidente de la Comisión de Gobierno.
Compromiso parlamentario
El informe del proyecto, con las adecuaciones del texto, está siendo redactado en la Comisión de Gobierno para pasar a discusión y votación en el pleno del Senado. Esto será a partir de la primera semana de marzo, fecha comprometida para ser incorporada en tabla, según dijo el presidente del Senado, Patricio Walker. Para ser aprobado, y por ser una reforma constitucional, se requiere un apoyo mayor: tres quintos del Senado, es decir, 22 votos.
En opinión del presidente de la bancada de senadores regionalistas, Alejandro Guillier, el pleno del Senado debería aprobar el proyecto sin problema en esta nueva fase, “porque me imagino y espero que los parlamentarios de regiones no van a traicionar a sus propias regiones”.
Agregó que la aprobación por parte de la comisión sin duda es una avance, “pero falta un largo camino que tiene que ver con definir cuales serán sus facultades administrativas, políticas y financieras (del gobernador regional). Falta definir la ley de rentas regional, si el Estado va asignar recursos amarrados o no, si las regiones podrán generar sus propios recursos, si éstos podrán quedarse en las regiones, y si podrán asignarlos según sus necesidades. En fin, son varios puntos que aún falta precisar, pero lo bueno es que con esta elección comienza la descentralización en Chile”, dijo Guillier.
Para el presidente de la Fundación “Chile Descentralizado... Desarrollado”, Heinrich von Baer, los cambios introducidos al proyecto y su aprobación en la Comisión de Gobierno Interior, más allá del cambio semántico, requieren de modificaciones pendientes.
Como ex vicepresidente de la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización, desde el principio von Baer se opuso al proyecto original enviado por el Ejecutivo, que creaba la figura de un gobernador regional designado, y que a juicio de los regionalistas anulaba el poder de los, hasta ese momento, futuros intendente electos.
La fundación impulsa los cambios comprometidos inicialmente en el documento, que evacuó dicha comisión y que entregó a la Presidenta el 7 de octubre de 2014, resumiendo lo que las regiones acordaron en materia de descentralización. “Es muy importante que el intendente que se va elegir se llame ahora gobernador regional, porque será el que efectivamente gobierne , sin xontrapeso. La forma también es importante, lo que nos tiene muy satisfechos es que se haya eliminado la figura, que quería imponer el Ejecutivo, de un autoridad designada en paralelo a la electa. Así lo planteamos en común acuerdo en cuatro seminarios nacionales y 10 regionales a lo largo del país. Pero necesitamos que los senadores y luego los diputados lo perfeccionen y lo voten con celeridad para que los candidatos (a Gobernador Regional) puedan preparar adecuadamente sus propuestas”.